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qu efectos y qu riesgos tiene esta droga de moda?

Los poppers son un tipo de droga que se ha puesto de moda en los últimos años y cuyo nombre incluye ciertas sustancias químicas (generalmente, nitrito de amilo, butilo o isobutilo). Se trata de líquidos incoloros que se inhalan y que se presentan en botellas opacas. A pesar de que se usa sobre todo para fines sexuales, cada vez es mayor su uso en el ámbito del ocio

Originalmente, el nitrito de amilo se utilizaba a mediados del siglo XIX para combatir la angina de pecho, aunque este tratamiento se dejó de emplear por su acción transitoria y la complicada dosificación. De tener un uso médico pasó entonces a extenderse entre los círculos homosexuales de Estados Unidos (en la actualidad, también es usado por personas heterosexuales). 

El efecto principal del popper es vasodilatador, lo que afecta a la circulación genital. Es un potenciador sexual que facilita la erección. Además, es un relajante muscular y sirve para relajar los esfínteres”, detalla Benjamín Climent, miembro de Socidrogalcohol y responsable de la Unidad de Toxicología Clínica del Hospital General de Valencia. Más allá de la relajación del ano y la vagina, se produce también un aumento del flujo en las arterias de los vasos coronarios y cerebrales. 

El especialista señala dos perfiles de consumidores de esta droga: las personas que lo toman como estimulante sexual y aquellas otras como euforizante en ambientes de fiesta. En este último caso, el uso de poppers está creciendo entre los adolescentes y los adultos jóvenes. Además, Climent indica que sobre todo esta sustancia se utiliza en las prácticas de chemsex, que es el sexo realizado bajo los efectos de diversas combinaciones de drogas para prolongar su duración. “En este entorno, casi siempre circunscrito a relaciones sexuales entre hombres, el popper se usa junto con otros fármacos como la viagra y derivados”, agrega.

El efecto estimulante y vasodilatador se percibe a los pocos segundos de inhalar la sustancia. Conlleva a una sensación de euforia, ligereza y aumento del deseo sexual, efectos que desaparecen a los pocos minutos para dar paso a un estado de agotamiento que lleva a repetir el consumo. Acerca de los efectos secundarios, un boletín difundido por el Ministerio de Sanidad apunta los siguientes:

  • Vértigos.
     
  • Debilidad.
     
  • Dolor de cabeza.
     
  • Congestión de la cara y el cuello.
     
  • Taquicardia.
     
  • Enrojecimiento de la piel y mucosas.
     
  • Náuseas y vómitos.
     
  • A veces, diarrea

Estos efectos pueden confundirse con los que se producen después de una ingestión importante de alcohol, por lo que a veces es difícil diferenciarlos. Su consumo puede provocar lesiones oculares en algunas personas, concretamente en la retina”, advierte el organismo oficial.  

¿Qué ocurre si se mezcla popper con otras drogas estimulantes?

En el ámbito de las relaciones sexuales, combinar popper con otras sustancias como viagra “puede provocar cuadros de hipotensión y bajo gasto cardíaco”, apunta Climent. Así, los efectos secundarios antes mencionados se ven incrementados. Las bajadas fuertes de tensión son más prolongadas tras usar fármacos de larga duración como el tadalafilo

Cuando el popper se consume en el ámbito del ocio, el miembro de Socidrogalcohol explica que en estos entornos suelen estar muy presentes el alcohol u otras drogas como la cocaína. “Una sustancia también muy frecuente es el GHB, un euforizante a dosis bajas, que se combina mucho con el alcohol”, añade el experto. Al mezclarse todas estas sustancias, los efectos pueden ser contrapuestos, algunos de ellos muy activadores. Eso sí, en el caso concreto del popper, hay que tener en cuenta que este no es activador. Tal y como recuerda Climent, “provoca euforia, pero busca la relajación de la musculatura”, y aclara: “Más que el popper, el problema es su interacción con otras sustancias”. 

Según el Ministerio de Sanidad, “el uso simultáneo de poppers con otras drogas de tipo estimulante (como MDMA, speed, metanfetamina o cocaína) puede someter al sistema cardiovascular a un esfuerzo extra, que será más inmenso y peligroso cuanto mayor sea la dosis y frecuencia de consumo de estas sustancias”. 

Mayor riesgo de infecciones de transmisión sexual

El consumo de poppers, al igual que otras drogas, incrementa el riesgo de contraer una infección de transmisión sexual (ITS) como el VIH o la sífilis “al ser una sustancia estimulante o facilitadora de relaciones sexuales y a las que se recurre en prácticas de riesgo como el chemsex”, lamenta Climent. Además, en mujeres aumenta la posibilidad de que se queden embarazadas de forma no deseada. 

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